martes, 23 de noviembre de 2010

luces

La verdad, es que uno de mis gustos favoritos es observar la ciudad desde aquí, sobre todo cuando siento que el mundo se me esta cayendo encima, cuando es así, simplemente observo la ciudad, en el silencio mas profundo que pueda tener mi alma,  observo como es que cada una de las luces que están encendidas en esta ciudad tienen detrás de si misma una historia para contar, un secreto que no quiere revelar, o simplemente un problema familiar.
Observo, despacio como es que la ciudad lentamente comienza a iluminarse, para hacerle frene a las estrellas, cada pequeño foco que se enciende forma parte del naranja que ilumina la ciudad por la noche, de ese hermoso espectáculo que lentamente se enciende, pretendiendo ser una navidad, sin importar la fecha del año.
Observo despacio, como es que la tierra se ilumina con millones de pequeñas luces, mientras que el cielo lo humilla con sus millones de blancas estrellas, sin embargo, el cielo no se da cuenta, que detrás de cada una de las luces que están encendidas hay una historia, un problema, y una razon para levantarse cada mañana y salir adelante a pesar de cualquier cosa, sin importar las adversidades de la vida, cada luz de cada casa se enciende cada noche, para conservar la esperanza de que en la mañana, cuando salga el sol y se haga la luz, simplemente todo sera mejor que esta noche.
Observo, y me doy cuenta de la insignificancia de mi problema, de lo mucho que lloro por nada, y de lo desconsiderada que soy por pensar que a mi me sucede lo mas malo del mundo, sin pensar que el mundo realmente tiene problemas.
Cada una de las luces de esta ciudad me recuerda que gusto de ahogarme en un vaso con agua, cuando hay personas que realmente se están ahogando sin un salvavidas.
Observo y descubro que no soy más que un espectador de la lucha entre las estrellas del cielo y las lucecitas amarillas de la tierra, y, repentinamente me dan tantas ganas de ser una lucecita de la tierra, que simplemente regreso a casa, a jugar con las luces que al final del día pueden iluminar mi vida un poco mas de lo que pudiera imaginar cualquier persona.
como dice la cancion: no pude evitar hacerle el amor a las luces de esta ciudad...

14.      Me gusta escribir, para no olvidarme de las sensaciones


miércoles, 3 de noviembre de 2010

refugios

Todas las personas tienden a hacer cosas para librar la lucha mas difícil de la vida, es decir, contra los pensamientos propios, contra los que son los mas fieros demonios, hay quienes toman una guitarra y la tocan toda la noche hasta quedar casi sin dedos,  hay quienes toman unos cuantos colores y papel para crear en este ultimo los mas infinitos paisajes, incluso hay quien  talla en cualquier material las figuras mas extraordinarias capaces de tomar la forma de los demonios contra los que pelea, Algunos mas, se dedican a coleccionar cosas, posiblemente es el tener algo que los acompañe es lo que los hace librar la batalla con mas facilidad, otros, bailan, corren, practican algún deporte, beben, fuman, consumen drogas, viajan, observan,  tienen sexo, duermen, o simplemente huyen de sus demonios, hasta que estos se cansan y los dejan en paz… o al menos, eso creen.
En fin, creo que he probado algunos de los anteriores métodos, y hasta la fecha, por lo menos logre comprobar que mis manos son torpes para crear algo e incluso, he descubierto poco a poco, que están bastante desconectadas de cualquier cuestión que tenga que ver con la motricidad en casi todos los sentidos, creo que lo mismo le sucede a mis pies. Así que lo único que me queda es refugiarme aquí, encerrarme en las palabras, sin importar que estas sean buenas, agradables, amigables, o burdas, grotescas y  malas… sin importar nada, son mías.
Son mías por que bailan para mi, así como yo lo hago para ellas, son mías, por que es entre sus brazos donde puedo sentirme segura, sin miedo de nada, sin necesidad de buscar algo mas, por que es aquí, en mi colección de palabras donde puedo hacer la música que alguien haría en una noche en vela, o el paisaje para escapar o recordar para siempre que haría un pintor, la figura del escultor… en fin, es aquí donde incluso puedo huir de mis demonios, para después pelear con ellos o ignorarlos, o ahogarlos si así lo deseo, sin importar que aparezcan de mi mano al papel o al monitor, son mías, por que yo soy de ellas, por que a veces, ellas me gritan por salir, y es entonces, cuando realmente juntas podemos hacer lo que es digno de no ser arrojado a la basura.
Puedo enojarme con ellas y dejarlas de lado por el tiempo suficiente como para extrañarlas, después de todo, se que eventualmente regresare a ellas, como ha sido desde que las conozco…. Lo malo es cuando ellas se enojan conmigo y no quieren salir ni a golpes... sin embargo, comprobado esta, son parte indiscutible de mi… colecciono palabras, en la forma que sea… pero sin lugar a dudas, mis favoritas son las que saben llevar la suficiente carga en sus letras, como para sacar lagrimas… creo que es por que eso quisiera ser algun dia… una palabra.

12. A veces,  soy vegetariana