si, lo admito... mi madre no es, y sinceramente ya perdi la esperanza de que algún día sea la pera en dulce que todo el mundo dice tener por mama, al contrario, mi mama es una mujer gritona, fachosa, enojona como ella sola, orgullosa y a veces es hasta malacarienta, tiene ademas una mirada verde muy profunda que con el paso del tiempo me ha demostrado fielmente que tiene la capacidad de convertirse en roja con una simple travezura, mi madre es una mujer chaparrita y gordita, ella no es perfecta, sino todo lo contrario, y no me quejo de eso, sino al contrario, lo agradesco... mi madre es humana. y la amo por eso, por ser en gran medida lo que no es una mama estandar... la amo por que es gracias a ella que en mucho soy lo que soy, por que si ella fuera la cursi de la casa ¿donde me quedaba? por que si ella no fuera dura, yo lo seria por todos, por que es por ella que soy mucho de lo que soy... y a veces, me gusta lo qe soy, y cuando me descubro frente al espejo siendo lo que no me gusta o cuando me quiero rendir del mundo, aparece la figura de esa mujer de ojos verdes y manos toscas diciendome:-andele, pero quien la trae de chirota! ... mi madre, con su mirada malota ya me lo habia advertido... mi madre, con su mirada malota ya sabia que tengo que levantarme.
feliz dia a todas las que ya son mamas... pero mas feliz dia a los que sabemos que no tenemos una mama perfecta y asi la amamos, con el unico y verdadero amor que es capaz de ver lo bueno, lo malo y lo feo... y aun asi ama.
martes, 10 de mayo de 2011
lunes, 9 de mayo de 2011
Así que, decido cambiar de tradición por una que también es muy clásica en mi y decido ponerme a hacer mi tarea, la tradición consta del siguiente ritual:
Cama limpia
Café
Humo
Música
Material de trabajo
Después de teclear un par de líneas, descubro que ninguno de los factores de mi ritual están como deberían de existir, miro a mi alrededor y observo detenidamente cada una de las prendas que están sobre mi cama incluyéndome a mi y a mi laptop hay una cámara, unos lentes obscuros, varios cables, camisetas, la sabana regada, jeans y un sin fin de calzones y calcetines que enmarcan la tan ya conocida escena del desorden habitual en mi cabeza reflejado sobre un colchón. Sigo observando y no comprendo por que no hago nada, ¿acaso así estoy haciendo las cosas en mi vida? Es muy probable que la respuesta sea afirmativa, ¿entonces, por que no empiezo a hacer algo? ¿Por qué sigo observando tan detenidamente la vida y no muevo mas que mis dedos en el teclado para decir sin hacer, ¿Por qué se ha convertido esta triste manera de vivir en mi filosofía?
Son muchas preguntas para alguien que no pretendía hacer mas que su tarea, que por cierto, ni siquiera se trata directamente de escribir… hay una frase que ronda por mi cabeza conforme el reloj avanza su eterna marcha “te falta pasión”…
Un par de días después de lo anteriormente escrito, entro en mi cabeza un extraño afán por cambiar las cosas, y decidí hacerlo primero, por supuesto desde mi pequeño universo, así que comencé a limpiar mi habitación, nunca pensé que una persona fuera capaz de guardar tantas cosas tan distintas en tan pocos años; mi afán por limpiar alcanzo cifras insospechadas para mi madre (y debo admitir que también para mi) ya que termine por ponerme a limpiar la recamara de mi hermana, mi hermano, y si, como cereza de pastel… el baño… aun ese día, rondaba por mi cabeza la frase maldita de la pasión…¿seria que estaba comenzando a convertirme en lo que siempre odie?
Hoy, ya pasaron varios días desde ambos trozos de vida, así que me siento frente al monitor y observo una pagina en blanco, con tantas ganas de verla llena de palabras mías, con tanta necesidad de hablarle y ver como en la pagina se escribía la vida misma
Sin embargo, pasado un buen rato, descubro que no hay nada, por que, como si fuera arte de magia, esta pagina cada tres líneas comete un error y vuelve a su blancura inicial.
Quiero escribir tantas cosas, de aquella pasión que me provoca la vida… de aquella pasión cuya flama comienza a extinguirse conforme pasa el tiempo… pero hay algo que me impide hablar de otra cosa que no sea mi incapacidad para hablar
… vaya paradoja… he creado sin querer una confesion confusa…
32.- Odio los gatos.
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